martes, 9 de julio de 2013

EL PROBLEMA


Un mundo globalizado en el cual se ha dejado, en gran parte, atrás los valores éticos debido a la realidad materialista que nos rodea, donde la inteligencia, el poder y el tener nos hace sínicos. También la actual sociedad presenta el tan llamado estrés que  agobia a muchas personas sin perdonar raza, religión o  condición social. No es del todo tener la cama, sino poder dormir tranquilo.
Un problema que no se mira en la parte de la formación de valores es la importancia ambiental. A la gente le gusta el agua limpia, pero no le interesa de dónde ni cómo proviene; por eso cabe mencionar que la expansión y crecimiento de las grandes ciudades que no se han planificado adecuadamente, por lo que no tienen en cuenta los factores ecológicos y sociales, ha llevado a generar una diversidad de problemas en el ámbito medioambiental y social, lo que se ha visto que a largo plazo trae consecuencias no positivas.
El sentido de la vida ha cambiado por las ambiciones y el querer ser como otros y no por lo que realmente se es, la no aceptación por ser delgado o gordo, que a veces es algo interior y no exterior, la aparición de falsos ídolos creados por el fanatismo como cantantes, el internet,  las mismas parejas, entre otros.
Hogares con carencia de valores. Es un dato curioso que los jóvenes que están en nivel superior de educación son los que presentan mayor índice de suicidios. Como experiencia real es irónica y bonita recibir una sonrisa de aquella persona que no tiene las mismas posibilidades que la anterior, el caso de aquellas personas que recolectan cartón en las calles y otros materiales, hacen una  gran labor ecológica, además, chévere verles sonreír.
Y saber que existe esa necesidad de DIOS,  pero a veces no es compartida por la mala imagen que las grandes iglesias han tenido. Muchos dicen creer en DIOS pero no tienen esa verdadera formación de valores como Jesús, nuestro señor, nos enseñó.
Como dice la hermana Inés de Jesús: “DIOS deposita algo en nosotros. Si se preguntan qué sentido tiene la vida, por algo vives. Él no crea cosas inútiles. La vida es lo más valioso que tenemos.”

No digo que para ser un buen ser humano hay que estar pegado a la iglesia, sino más bien colaborando y ser solidario con quienes lo necesitan. En sí, todos necesitamos siempre de una mano ayuda.

lunes, 8 de julio de 2013

LA PAZ II

Actualmente nuestro país está en diálogos de paz  he reflexionado no me gusta estar ajeno ojala que eso no se convierta netamente político porque desgraciadamente la política no ha sido un arte como dice la teoría "arte de gobernar los pueblos"  para convertirse  en una  pugna por el poder, el cual se resume  en despotismo, la opulencia, la supremacía,  riqueza fácil, fuerza mando, es como un camino a la falsa omnipotencia. 

En ese camino de la paz que se silencie los fusiles, que se respeten todos los derechos, civiles, culturales, religiosos, preponderando los derechos territoriales. La reparación, la verdad y la justicia son fundamentos para la paz de nuestra Colombia. Como cristiano católico reitero la paz es un don de Dios, fruto del espíritu que debemos aplicar para lograrla,  siendo instrumentos como lo dijo san Francisco de Asís en ese bonita oración

  "Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Maestro, que yo no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna."


 De seguro el mundo sería mejor si desde tiempos remotos viviésemos como nos dice  san Francisco de Asís.
Luchemos contra el odio y la injusticia,  continuemos la misión de Cristo.
Seamos mensajeros de Paz, en la familia en el trabajo, en el colegio y todo espacio y núcleo social nos encontremos.  Que nadie este excluido de nuestros corazones, que se denuncia la intolerancia, el racismo la xenofobia, injusticias y cualquier tipo de exclusión que exista.

Finalmente «¡La paz esté con usted(es)!» Juan  20 Ver 26.