Un
mundo globalizado en el cual se ha dejado, en gran parte, atrás los valores
éticos debido a la realidad materialista que nos rodea, donde la inteligencia,
el poder y el tener nos hace sínicos. También la actual sociedad presenta el
tan llamado estrés que agobia a muchas personas sin perdonar raza,
religión o condición social. No es del
todo tener la cama, sino poder dormir tranquilo.
Un
problema que no se mira en la parte de la formación de valores es la
importancia ambiental. A la gente le gusta el agua limpia, pero no le interesa
de dónde ni cómo proviene; por eso cabe mencionar que la expansión y
crecimiento de las grandes ciudades que no se han planificado adecuadamente,
por lo que no tienen en cuenta los factores ecológicos y sociales, ha
llevado a generar una diversidad de problemas en el ámbito medioambiental
y social, lo que se ha visto que a largo plazo trae consecuencias no positivas.
El
sentido de la vida ha cambiado por las ambiciones y el querer ser como otros y
no por lo que realmente se es, la no aceptación por ser delgado o gordo, que a
veces es algo interior y no exterior, la aparición de falsos ídolos creados por
el fanatismo como cantantes, el internet, las mismas parejas, entre
otros.
Hogares
con carencia de valores. Es un dato curioso que los jóvenes que están en nivel
superior de educación son los que presentan mayor índice de suicidios. Como
experiencia real es irónica y bonita recibir una sonrisa de aquella persona que
no tiene las mismas posibilidades que la anterior, el caso de aquellas personas
que recolectan cartón en las calles y otros materiales, hacen una gran
labor ecológica, además, chévere verles sonreír.
Y
saber que existe esa necesidad de DIOS, pero a veces no es compartida por
la mala imagen que las grandes iglesias han tenido. Muchos dicen creer en
DIOS pero no tienen esa verdadera formación de valores como Jesús, nuestro
señor, nos enseñó.
Como
dice la hermana Inés de Jesús: “DIOS deposita algo en nosotros. Si se preguntan
qué sentido tiene la vida, por algo vives. Él no crea cosas inútiles. La vida
es lo más valioso que tenemos.”
No
digo que para ser un buen ser humano hay que estar pegado a la iglesia, sino más
bien colaborando y ser solidario con quienes lo necesitan. En sí, todos
necesitamos siempre de una mano ayuda.
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